El Canto del Loco

El Canto Del Loco se formo en las aulas y bancos de instituto conquistando la fama entre unos jóvenes cada vez más adictos a la buena música. Eran cinco chicos, con edades comprendidas entre los 17 y los 26 años y estaban dispuestos a comerse el mundo.

Pero El Canto Del Loco no fue desde un principio lo que es ahora, la historia del grupo se va escribiendo entre encuentros, lazos familiares, casualidades y un buen número de fieles seguidores desde las aulas. Una escuela de teatro propicia el primer encuentro, hace seis años, de los fundadores de la banda, Iván y Dani. Éste último, se dedicaba a tocar la guitarra en los descansos de las clases, despertando un creciente interés entre el personal femenino.

Dani no sólo toca bien la guitarra sino que compone letras muy cercanas a su gente y, sin apenas darse cuenta, se convierte en el centro de atención de todos los estudiantes, incluidos los varones…

En medio de tanta expectación, aparece Iván, quien, movido por envidia de la sana al ver cómo Dani se trae de calle a todas las chicas, se apunta a un curso intensivo de guitarra. Así consigue acercarse a ese tío que llama tanto la atención, suscitar interés y rodearse de chavalas guapas. De pronto ya eran dos los que, desde el banco de la escuela, creaban unas canciones que se han convertido en el hito de la formación actual como “Pequeñita”  , su primer single, o “Pasión”.

Tan bien le iba a esta pareja que hasta se buscan un nombre artístico y, como ambos son admiradores de Radio Futura, y tienen debilidad por la misma canción, “El canto del gallo”, se autoproclaman, tras algún que otro desvarío y juego de palabras, como El Canto Del Loco.

Pronto Iván y Dani se plantean ampliar la formación y allí mismo, en la escuela de teatro, encuentran un guitarrista, un bajista y una chica para aporrear la batería. Comienzan a ensayar en casa de un colega y siguen componiendo canciones, pero sin darse a conocer todavía como grupo. La formación no termina de cuadrar y por falta de tiempo del guitarrista y de seriedad en bajista y batera, el conjunto se desmembra.

Tras descolgarse el guitarrista, su puesto es cubierto, de pura casualidad –como es la tónica general en el grupo- por el primo del compositor, cantante y centro de atención: Dani. La idea de que David -el primo- metiera sus acordes en el grupo fue, nada menos, que de la tía de Dani y madre de David quien, a espaldas de su marido –atemorizado por la idea de que su niño abandonara los estudios- le cuenta a su hijo que Dani necesita un guitarrista y que cuentan con él si le apetece. A todo esto, David encantado.

La banda ya va adquiriendo color, pero todavía no está definida. La siguiente incorporación surge nuevamente por casualidad, a través de la vía paternal de nuestros protagonistas. Dani asiste a un certamen de flamenco con sus padres y allí coincide e intercambia pareceres con Jandro –hijo de los amigos de los padres, y batería con experiencia-.

En cuanto Jandro oye el tema de “Pequeñita”  , se sube al carro sin que al hasta entonces trío le diera tiempo ni a invitarle. En los ensayos de los cuatro ya se notaba el efecto de la química. El grupo por fin marcha.

Ahora sólo falta el sonido de un bajo para que la música de El Canto Del Loco suene perfecta, y qué mejor lugar para encontrar al bajista que entre colegas. Así aparece Chema, salido de la facultad de David, a su vez primo de Dani. Un conjunto familiar, un grupo de colegas y, desde luego, un equipo muy enrollado, como lo muestra el enorme contingente de seguidores que sigue sus pasos desde aquel dúo de guitarras en el banco de la escuela de teatro.

Sus fans, sus mejores amigos, sus compañeros de clase, la gente de su edad, su entorno. Una sociedad febril que se hermana en perfecta simbiosis con estas jóvenes estrellas. Son sus seguidores, los grandes conocedores de sus canciones, su público, en definitiva.

Con esta acogida se dedican a ensayar durante un año, al cabo del cual deciden grabar, por fin, una maqueta, en el estudio más barato del mercado, por supuesto, ya que el presupuesto de El Canto Del Loco no estaba para grandes lujos. Así pues, y tras pasar 48 horas en un estudio de una magnitud de 2×2 m. consiguen registrar su particular sonido sobre la cinta magnética.

A partir de entonces todo vuelve a estar en manos del destino. En el estreno de la película “La mujer más fea del mundo”, Dani tropieza con el prestigioso productor Pedro del Moral, despertando su curiosidad al comentarle la existencia de El Canto Del Loco. Pedro le pide una maqueta y Dani, generoso, le manda SEIS, “por si acaso”.

La suerte se pone de parte del grupo cuando una semana más tarde, Pedro del Moral da señales de vida, ¡poniendo en juego! la del cantante, Dani. El motivo fue la llamada telefónica que hizo el productor a Dani mientras éste iba conduciendo por la Gran Vía. Y es que es difícil mantener el equilibrio cuando te dicen “acabo de salir de una reunión con una gente muy gorda de una importante compañía no cuentes nada que se gafa, nos vemos esta tarde”. Dani, muy consciente de que se trataba de un tema de alto secreto, cogió el teléfono y se lo contó “sólo” a todos sus compañeros.

Unos días después los cinco amigos que forman El Canto Del Loco, trazan el primer autógrafo que les dará fama y dinero, el que rubrica el contrato con BMG y les lleva a un estudio de grabación “de los de verdad”, para lanzar su trabajo hasta los puestos más altos del panorama musical del momento. El éxito está asegurado y sus sueños pronto se harán realidad. Su elepé de debut vendió la friolera de 80.000 copias y arrasó con las mentes y cuerpos juveniles de fans ávidos de diversión.

En el último año, El Canto del Loco ha publicado tres discos: A contracorriente (2002), En directo. Sala Caracol, en edición limitada y numerada (febrero 2003) y ahora Estados de ánimo (mayo 2003). "Hay un estado de hiperactividad en el grupo", dice Dani Martín, cantante y compositor. Y continúa explicando esta fecundidad. "El 22 de noviembre del año 2002 acabamos la gira en la Sala Caracol de Madrid, con la grabación del disco en directo. El lunes siguiente llamé a David (su primo y guitarrista de ECL) y le dije: ‘No puedo estar en casa. Me aburro’. Y nos fuimos con Chema (bajista de ECL) a una casita en Murcia. Compusimos 27 canciones y de no ser porque Nigel Walker (su productor) estaba grabando a La Oreja de Van Gogh, Estados de ánimo hubiera salido antes".

Dani, David, Chema y Jandro son El Canto del Loco, grupo formado hace seis años a partir de una reunión de dos amigos en una escuela de teatro. Después, encuentros, casualidades y alguna baja antes de llegar a la formación actual. Publican su primer álbum en el 2000 y superan el Disco de Oro, que repiten con A contracorriente, su segundo trabajo. Inmediatamente, un directo para coleccionistas y ahora llega Estados de ánimo. "Es más guitarrero y enérgico que los anteriores", dice Dani. "En este sentido, tiene algún parecido con el disco grabado en la Caracol. Suena como es El Canto del Loco en directo".

Estados de ánimo es, efectivamente, un disco de pop enérgico, directo e intenso, con canciones de estilos abiertos y variedad rítmica. El Canto del Loco ha apostado por la fuerza interpretativa y por una sonoridad sencilla y sincera, sin añadidos superfluos. Solidez sin alharacas. Puro pop sustentado por buenas canciones.

La mayoría de estas canciones están compuestas por Dani y David. "Hemos aprovechado el tiempo", continúa el cantante. "Son canciones más elaboradas y creemos que es el mejor disco que hemos hecho". Esta vez, todas las canciones son originales. No hay ninguna versión, a diferencia de los discos anteriores. "Algún día haremos algo con todas las versiones y colaboraciones que hemos grabado. Ya saldrán".

La producción de Estados de ánimo es de Nigel Walker, muy unido al grupo desde hace dos años. "En todos los discos que compraba aparecía su nombre", dice Dani. "Me gustaba como sonaban y la actitud de los grupos que producía Nigel. Es muy humilde y tiene un corazón enorme. Lo da todo por tu disco y por tu ilusión".

El Canto del Loco no ha parado desde la publicación de su primer disco. Más de 200 conciertos en España, gira por Latinoamérica, candidato de MTV al mejor grupo español, candidato a dos premios Amigo… "Mantenemos una actitud de luchadores, con la ilusión de demostrar lo que somos. Es una mentalidad de garaje, con la cabeza todo el día dando vueltas sobre como hacer mejor nuestro trabajo. Es la única manera de permanecer". Y con Estados de ánimo terminado, el futuro y los planes inmediatos de El Canto del Loco pasan por mantener la misma actitud: "Lo importante es que no hemos parado. Acabamos de actuar ante 6.000 personas en Toledo y 4.000 en Teruel. Hemos subido peldaño a peldaño y con Estados de ánimo queremos subir un peldaño más. Que la gente crea que hemos aportado algo. Y seguir así, poco a poco, manteniendo la ilusión por la música".

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